Como es lógico pensar, el marisquear se podría entender el estraer o pescar marisco del mar y entorno costero con infinidad de modalidades de captura para tan amplio abanico de especies.
Pero ¿Qué tipos de marisco existen?. Bueno con términos corrientes diremos que los principales son los crustáceos y los moluscos.
Los crustáceos se distinguen por el caparazón rígido que protege las partes blandas de su cuerpo (Como la gamba).
Los moluscos son también invertebrados, pero se diferencian de los crustáceos por su concha (La almeja y el mejillón, por ejemplo).
En los moluscos encontramos tres tipos:
Los cefalópodos tienen el cuerpo sin protección y la boca rodeada de tentáculos (pulpo, calamar).
Los moluscos bivalvos que poseen una concha formada pos dos piezas (almejas, mejillones).
Y los univalvos o gasterópodos que tienen el cuerpo protegido por una concha enrollada en espiral (bígaros, caracoles).
Una vez clasificados observaremos que aunque todos pertenecen a la familia de los mariscos hay grandes diferencias entre unos y otros y esas diferencias también son notables tanto en un orden culinario, alimenticio y hasta en la forma que tienen nuestros artesanos de la mar de arrebatárselos a la naturaleza.
En capítulos anteriores ya hemos visto el marisqueo al arrastre con el que nuestros pescadores del mediterráneo nos enseñaban sus pesquerías de cigalas y langostinos, con los trasmallos cefalópodos como sepias y pulpo, también hemos visto marisquear con nasas en el cantábrico pescando excelentes nécoras y en las islas Baleares las deliciosas langostas con las que hacen sus típicas calderetas.
Mas adelante veremos la arriesgada pesca del rey de los mariscos el percebe.
Ahora entraremos en materia con otros mariscos apreciados en nuestra gastronomía particular, la almeja, el berberecho, coquinas, vieiras y la apreciadísima ostra.
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